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Consejos para diseñar capacitaciones de riesgo químico

Jun 22, 2022 | Programa de riesgo químico | 0 Comentarios

LOS ADULTOS APRENDEMOS PARA EL PRESENTE

Además de todas las acciones administrativas y técnicas obligatorias que debes implementar en la gestión del riesgo, hay una que no es menos importante: la capacitación a los trabajadores, quienes ya tienen experiencia, conocimiento y creencias sobre los peligros y formas de uso de las sustancias químicas. Muchas veces estos conocimientos coinciden con los que nosotros como gestores del riesgo químico consideramos correcto, pero en otras oportunidades son totalmente contrarias y ponen en riesgo la salud y seguridad de los trabajadores, además de los recursos de la empresa.

Como líder del programa de riesgo químico tienes la responsabilidad, en nombre de tu empresa, de entregar a los trabajadores los conocimientos necesarios que les permita estar conscientes sobre las consecuencias de su comportamiento, que los lleve a tomar decisiones en pro del cuidado propio, de sus compañeros y la empresa.

Hasta aquí todo muy claro, pero como dicen “del dicho al hecho hay mucho trecho”.

Para acotar el “trecho”, te vamos a compartir algunos principios para el aprendizaje en adultos, tomando como referencia la teoría de aprendizaje en adultos –androdogía- de Malcolm Knowles:

1.

La necesidad de saber: Los adultos necesitamos saber la relevancia, usos y beneficios que tiene el nuevo conocimiento en el desarrollo de las actividades.

Por ejemplo: aprender a identificar los peligros de las sustancias químicas a través de la interpretación de los pictogramas del SGA, facilitará la selección de los elementos de protección personal a utilizar.

2.

El concepto personal: Siendo adultos, queremos ser vistos y tratados como tal, somos responsables de nuestras acciones. En tal sentido, nuestro papel como facilitador del aprendizaje es promover a través de la conversación que el adulto se responsabilice de su aprendizaje.

3.

La experiencia: Como adultos tenemos unos conocimientos y experiencias previas que queremos que sean reconocidas y tenidas en cuenta. Por tanto, ignorarla o menospreciarla es percibida como un rechazo. También es cierto que dicha experiencia nos lleva a tener sesgos que impiden abrir la mente a nuevas ideas y formas de hacer las cosas. Por ello, de acuerdo con esto, al iniciar una capacitación indaga con los trabajadores sobre sus conocimientos previos y experiencias frente al uso de las sustancias químicas, que te permita hacer un diagnóstico de sus presaberes.

4.

La disposición para aprender: Los adultos tenemos disposición para aprender aquellas cosas que tienen aplicación inmediata en nuestra vida personal, social, familiar y laboral. Es por ello, que las enseñanzas deben ser específicas y concretas al contexto y necesidades del trabajo.

Por ejemplo, en una capacitación dirigida al personal de compras no les puedes enseñar sobre la construcción de la matriz de compatibilidad química, porque no tendrán la misma disposición que tú como líder y responsable de elaborarla en la organización. A dicho personal deberemos enseñarle estrategias para abordar a proveedores cuando no entreguen la documentación que necesitamos en las cotizaciones (FDS y etiquetas con SGA)

5.

Orientación al aprendizaje: En ocasiones, no motivamos en aprender aquello que nos ayuda a resolver nuestros problemas cotidianos o sobre nuestros interese particulares. En consecuencia, al igual que el punto anterior, queremos que ese nuevo conocimiento tenga una aplicación concreta y práctica en nuestra vida diaria. La clave está en incluir dentro de las capacitaciones demostraciones prácticas de aplicar el conocimiento.

Por ejemplo, cómo reconocer los peligros de las sustancias químicas a partir de las etiquetas de los recipientes o de las FDS.

6.

Motivación: Las personas tenemos una inclinación hacia el aprendizaje, pero a pesar de ello, existen muchas barreras que limitan esta disposición, entre ellas la falta de tiempo, pena de reconocer que no se sabe, entre otras. Para mantener la motivación es importante reconocer las motivaciones internas de los trabajadores para aprender y la relevancia que perciben del tema para su aplicación concreta.

 

 

Escríbenos en los comentarios si te gustaría que hiciéramos una nueva entrega sobre los pasos para hacer el diseño de una capacitación sobre riesgo químico.

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