Día tras día, durante aproximadamente 70 años, los seres humanos nos aplicamos en el cuerpo una gran variedad de productos de aseo personal y cosmético, los cuales, en su mayoría, no han sido testeados para conocer su toxicidad, debido a que la fabricación de nuevos productos anualmente es masiva y los estudios no van a la velocidad que las marcas necesitan ni cubre la cantidad de productos que salen al mercado.
Por este motivo, marcas reconocidas de productos para bebés (por ejemplo) han sido demandadas en múltiples ocasiones por incluir en sus formulaciones compuestos tóxicos para la salud de infantes y seres humanos en general, sin hacer pruebas rigurosas y/o sin advertir a los consumidores.
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Desodorantes, champús, productos para el cuidado de la piel y del cabello en general, talcos, lociones, cremas humectantes, maquillaje, entre otros, son aplicados en nuestro cuerpo cada día, en muchas ocasiones, durante repetidas veces.
¿Cuál es el problema? que muchísimas de esas sustancias químicas que usamos en el cuerpo se absorben a través de la piel (en diferente medida, claro) y para no dejar duda de ello, vamos a analizar algunos ejemplos:
– Al aplicar el desodorante, la zona del cuerpo queda húmeda, quizás blanca si el producto tiene presentación cremosa, y al cabo de unos minutos u horas, esta zona aparentemente ya está seca.
– Lo mismo ocurre al aplicarnos talco en polvo en los pies (algunos contienen ácido bórico, un teratógeno que afecta la fertilidad y daña el feto): estos se tornan blancos pero al finalizar el día ya no tienen esta coloración.
Ambos productos químicos no desaparecen, se absorben a través de la piel.
¿Cómo puedo cuidarme? aprendiendo a hacer búsquedas de los peligros que tienen los diferentes compuestos: puedes leer las etiquetas de los productos, que aunque no dicen mayor cosa y solo vemos un coctel de datos con nombres químicos que ni siquiera podemos leer o pronunciar y que parecen trabalenguas creados para causar gracia; por lo menos los podremos buscar en otros lugares, como en las páginas que nosotros te recomendamos en nuestro blog: Bases de datos para consultas sobre sustancias químicas
¿Cómo busco la información? en internet, coloca cada nombre de cada ingrediente del producto de tu interés con la palabra CAS. Así conocerás el número CAS del compuesto y con él puedes ir a las bases de datos a encontrar información importante de su peligrosidad.
Al final, la decisión la tenemos nosotros: aunque las marcas no nos digan la verdad, nosotros podemos elegir si en verdad requerimos ese producto o podemos buscar otra marca que no tenga compuestos tan peligrosos.
La mala manipulación y desconocimiento se loss productos cotidianos, llevan repercusiones a largo plazo inseparables, en la mayoría de los casos
el mal uso de los productos químicos que utilizamos a diario tienden a hacer daños a largo plazo
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